
A cerca de...
La música costarricense, como es el caso de la mayoría de las manifestaciones culturales del país, es una mezcla de ritmos que llegaron de muchas partes. Dentro de los más antiguos, desde luego, están el vals, que adquirió, en la ciudad de Cartago sus propias características, lo mismo que la Mazurca y la Polka, ambos ritmos provenientes, de Europa, vía España (Cataluña).
Dada la conformación etnológica del país, han confluído todo tipo de ritmos los que, en la mayoría de los casos, se han mezclado y fusionado para dar origen a nuevas expresiones musicales. La influencia española fue abundante durante la colonia y los albores de la independencia, mientras que influencias de la música suramericana, especialmente de Colombia (cuando Panamá todavía era parte de ese país) llegaron hacia finales del SXIX. La influencia de los ritmos mexicanos fue relativamente tardía, en los albores del Siglo XX.
Según Alpírez, se pueden identificar cuatro regiones bien marcadas en donde se produce música folklórica: Guanacaste (guanacasteca), los Valles Centrales (aldeana), Limón (limonense), San Isidro de El General (generaleña).

